12 Hombres sin piedad


POSTER 12HEste fin de semana he sido un hombre sin piedad. Uno de 12. Durante una hora y media y en 3 sesiones hemos intentado dar vida a esta obra de teatro y creo que lo hemos hecho, con mejor o peor fortuna.

Yo ahora estoy como siempre después de una obra, con resaca, cansado y con mucha pena que todos estos meses de trabajo y pelea por sacar tiempo de cualquier lado se acabe en un fin de semana, pero desgraciadamente es muy difícil conseguir coincidir todos muchas más veces.

Los que la hayan visto, espero que lo hayais disfrutado y que nos hagais llegar vuestras críticas como mejor podais. Los que habéis compartido el escenario, los ensayos, las risas, los picos de loro y demás locuras, espero que lo sigamos dando todos en los Pelópidas.

Dobles de Improvisación


Cambiando el tercio completamente, hoy voy a hablaros de Dobles, una compañía de teatro que se dedica a crear una historia de aproximadamente una hora delante de tus narices. Algunos de vosotros conocéis la Impro, o el teatro improvisado, aunque sólo sea por la tabarra que os doy del mismo personalmente, pero la mayoría de la gente no conoce la impro o conoce formatos de Impro corta como el catch o el match, formatos en el que se crean historias cortas en el que prácticamente vale cualquier cosa.

Dobles hace una cosa diferente. Hace un formato Long-Form en el que lo que estamos viendo es dramaturgia en directo. Vemos a un grupo de 5 personas, ayudadas por el ambiente visual y musical propuesto desde la cabina contarnos una historia creada por todos los actores en escena y según la estamos viendo. Es una cosa que no para de maravillarme cada vez que lo veo. Las historias avanzan como por arte de magia y cuando llega el final te quedas como tras una buena película. Y lo mejor, es que cada vez es diferente.

Así que si estais o pasais por Madrid y queréis ver un espectáculo diferente, no os quedeis sin ver a dobles los sábados en la sala TIS. Y si queréis más improvisación siempre quedará ImproMadrid, Jamming, Imprópolis o el Club de la Impro

Retorno


Noche extraña de secretos a voces y figuras de palo

de reencuentros esperados y fortuitos

teñidos con la brisa de tiempos olvidados.

Al final me quedo solo con la noche

Sentimientos encontrados y trenes perdidos

y unas pocas horas para soñar con más

Fin de obra


Cuando se acaba un proyecto en el que se ha puesto mucho esfuerzo, tenemos la tendencia a entristecernos y pensar que no se ha terminado, que esas sensaciones que hemos sentido a lo largo del camino no volverán a presentarse de la misma manera. Y es cierto, ese es el combustible de la Nostalgia, esa Nostalgia con mayúsculas que tanto me atrae, con su sabor agridulce a soledad y películas en blanco y negro.  Pero también es ciero que es mejor así. Esos momentos siempre me hacen recordar a un profesor que tuve en primero de carrera, que en su primer día de clase se presentaba y comenzaba con «Ítaca» de Kavafis instandonos a rogar un largo viaje y que agradeciéramos a nuestras Ítacas el habernos concedido un hermoso viaje.

De vuelta


Ya estamos de vuelta en la rutina, en una rutina especial, teñida de Navidad y frio en las calles.
Ayer terminamos la obra. Fue un final bonito, con tanta gente que algunos tuvieron que irse a casa, pero mereció la pena. Siempre merece la pena. Aunque sólo sea por compartir escenario con los monstruos con quién lo hago, o por que Henar venga con 38 de fiebre porque «le gustó tanto», o por otras tantas razones que no se pueden enumera. Pero sobre todo por una razón egoista; y es lo mucho que disfruté encima del escenario.
Hoy ya no hay representación, ni ensayo, ni hemos quedado para montar decorados, pero hoy mi sonrisa es un poco más grande. Ayer salió bien y ya estoy pensando en la próxima obra.

P.S. Pido disculpas si lee esto alguien que se tuviera que volver. No esperabamos tal afluencia de público y nos faltó previsión. Intentaremos que no se repita.

Es posible, es posible…


Un año entero de trabajo, de sacrificio y entrega. Muchas horas sacadas de donde no las había; salientes de guardia, escapándonos de otros compromisos, dejando de lado estudios y placer… todo ello para algo que en 4 días se habrá terminado.  Hemos tenido casi todos los contratiempos que podíamos tener. Hemos pasado todas las crisis habidas y por haber, pero al final ha llegado nuestro momento, aquello por lo que hemos dejado tantas cosas atrás. Después vendrá el relax y la satisfacción, pero hasta entonces queda aguantar los nervios y la tensión.

Mañana conseguiremos ser uno encima del escenario y hacer pasar a un grupo de amigos un rato agradable;  pero los buenos momentos (y los malos compartidos, que tienen su importancia) serán nuestros. Mañana haremos soñar a la gente, pero lograremos ese punto de creación que todos buscamos en algún momento.

Es posible, es posible.

Ese cansancio que tanto nos gusta


Hoy estoy cansado, pero estoy cansado después de un trabajo bien hecho y cuyos frutos se preven abundantes y agradables y eso es lo que hace que me guste tanto.
La mañana podía recordar a tantas otras mañanas de guardia de domingo, a las 10 aparcaba el coche al lado de la Paz y me observaba el parque norte cubierto de escarcha en esas mañanas de invierno que tanto me gustan de Madrid, con un sol radiante que a duras penas consigue calentar el ambiente y una brisa fresca que despierta todos nuestros sentidos. Pero en vez de subir la cuesta de Arzobispo Morcillo, me he introducido en la facultad para preparar nuestra próxima obra. Hoy tocaba ensayo general, y a pesar de todos los contratiempos presentes y pasados, he disfrutado como un enano y me he ido a casa con la sensación de que la obra va a ser un éxito, sobre todo ante el público más exigente, que vamos a ser nosotros mismos; y sobre todo he acabado exhausto pero con la conciencia del trabajo bien hecho.
Mañana toca otro tipo de trabajo, y confió llegar a casa con la misma sensación, con ese cansancio que tanto nos gusta.